Billar Bussines club: lujo en el aire

Fuera complejos. Basta ya de la imagen de sala de billar cutre. La compañía aérea Lufthansa sabe lo que es el lujo. Y en la planta noble de su nuevo avión ha pensado en este deporte como complemento a un placentero viaje. Eso sí, cuidado con las turbulencias.

Para coleccionistas

Si le gustan los soldaditos de plomo, le encantará esta escena. Está lograda hasta la clásica flema británica, aunque el tamaño de las bolas parecen más de pirámide rusa que de snooker. Está claro, el billar lo inunda todo y las colecciones más clásicas no son ninguna excepción. A ver quién se anima a recrear la famosa escena de Fernando VII y cómo le dejaban las carambolas listas para rematarlas. ¿Algún voluntario?

Un genio del billar, ¿nace o se hace?

Está claro. Hay que inculcarlo desde la cuna y, si se puede antes, pues desde antes. Imagino que habrá modelos para los 9 meses de gestación... Eso sí, con el talento innato sólo no es suficiente. Así que, por si acaso, ¡a entrenar!

¡Oferta, oferta! ¡2x1!

Por fin, una solución para acabar con todas las dudas. ¿Cuál es mi deporte favorito? Ya da igual, porque siempre se puede llegar a una solución de consenso. Y qué decir de utilizar el taco en el green. Es la última sensación, para los amantes del golf y el billar. Una mezcla... de pelotas. 

Recauchutando a Ronnie

Hay quien dice que Ronnie O´Sullivan sería el mejor jugador de la historia. Talento tiene, de eso no hay duda... pero en su cabeza parece haber demasiadas mariposas. tras una temporada desastrosa donde se le ha esfumado el número uno del ranking profesional del snooker, "The Rocket" ha entrado en chapa y pintura... En exclusiva la primera imágen de la restauración a la que está siendo sometido. Una vez "reparado" O´Sullivan está dispuesto a jugar no solo al snooker sino también todo el circuito de Bola 8 de la IPT. Casi nada... ¿ Qué puesto alcanzará? ¿ Será capaz de demostrar que es mejor que Efrén Reyes? ¿ Tú que opinas? A lo mejor es el rey del TIQUI TACA.

Nuestro héroe... ¿es un villano?

Sí. Se llama Bola 8 y era un ingeniero encargado del diseño de un sistema de misiles de propulsión. Pero, la presión le pudo, así que decidió deshacerse del estrés jugando al billar. Hasta aquí, todo correcto. ¿Qué fue lo que pasó? Que comenzó a apostar. Hasta el punto de que contrajo una gran deuda por el juego. Los jefes de su empresa se dieron cuenta y lo despidieron. A partir de ahí, un declive que le llevó a la locura y a volcar todos sus conocimientos de ingeniería para dedicarlos al mal. Y, claro, el malo no es el que gana. Moraleja: apostar no es bueno;)